Cuando aplaudías a los sanitarios equivocados

El sábado 14 de marzo de 2020 a las 00:00 horas se inició el primer confinamiento por COVID en España. Y todas las noches millones de españoles salíais a vuestras ventanas y balcones a aplaudir a los sanitarios por su trabajo heroico. Una gesta que se celebraba a las ocho de la noche y que los medios de comunicación retransmitían como si de un concierto de Laura Pausini sin bragas se tratase. Lo triste, y mucho, es que un gran porcentaje de los que salíais a aplaudir, lo hacéis a los sanitarios equivocados.

Con frases tan chorra como héroes sin capa, héroes con bata, se les animaba a seguir en la primera línea de una pandemia. Se les agradecía el trabajo de enfermeras y enfermeros, celadores y celadoras, doctores y doctoras. Un trabajo valiente que realizaban con poco conocimiento del virus y con pocos recursos. Valientes o inconscientes luchaban por salvar vidas.

Cuando aplaudías a los sanitarios equivocados
Autor desconocido

No sé en qué punto de nuestra estupidez como sociedad hemos normalizado que eso es un comportamiento heroico. Lo que sí que creo es que el nuestro, es un comportamiento egoísta y de una insolidaridad tremenda. Ellos son un sector profesional al que, como sociedad, le hemos dado la espalda, por no decir que les hemos dado por el culo durante años. Es por esto que digo que aplaudíais a los sanitarios equivocados.

Porque antes teníamos miedo y ahora echamos de menos ir a los bares, salir de fiesta, las mascarillas son bozales, las vacunas son nanobots que controlarán la sociedad y, ahora, el «yo estoy vacunado y esto ya no va conmigo».

Esto pasará, lo siento pero no será tan pronto como parece, y cuando pase, algunos de vosotros volveréis a vuestras vidas más o menos habituales. Esas vidas en las que premiáis a vuestros hijos llevándoles a McDonald’s, en las que os pelearéis en Facebook por quién es más patriota de pacotilla (o nacionalista que me da lo mismo), volveréis a vuestra idolatración de seres superficiales (que van desde Cristiano Ronaldo a la más fresca del Sálvame), y un infinito etcétera de yoísmo descontrolado.

Pero además de eso volveréis a votar a partidos que realizan recortes en sanidad o que construyen hospitales sin profesionales. Os parecerá bien eso de «que cada uno se pague lo suyo porque la gente abusa», incluso justificaréis que no se atienda a inmigrantes.

Sí, las personas dependientes os volverán a parecer molestias sociales irrelevantes, y los sanitarios serán esos que van al hospital a pasearse la bata.

Volveréis a decir que es mejor que me atiendan por el privado, y os resignaréis a que la sanidad pública es «algo para pobres». Además os parecerá fantástico que los médicos que ganan tanto se apreten el cinturón porque en la pública os atienden fatal.

Y como no sois más desagradecidos, seguiréis apostando por una España de turismo y consumo rápido. Porque ahora que tenemos vacunas, nos vienen de perlas esos científicos que con becas de mierda se han tenido que ir a mamarla a la vía del tren. Eso, o a Alemania, Estados Unidos, …

Pero oye, que podéis mirar a otro lado, seguir culpando al vecino. Esa frase de «España es así», reafirmando ese complejo de inferioridad, avergonzándoos de los demás, pero nunca de vosotros mismos.

Cuando todo esto acabe y ya no necesitéis mascarillas para iros de fiesta, acordáos de las personas mayores que mueren solas en residencias, acordáos de trabajadores del sistema de salud que trabajan toda su vida de interinos sin plaza. Os podéis acordar de quienes no se pueden pagar los medicamentos, o de esos que podrían estar inventando vacunas y les sirven el McFlurry a vuestros repelentes niños.

Vosotros, egoístas de balcón, no es obligatorio que salgáis a aplaudir. Lo que necesitamos de vosotros es que seáis útiles y no toleréis gobiernos de recortes, gobiernos que os venden hospitales gigantes o tierras prometidas de ciencia ficción. Cuando todo esto pase, habrá que reconstruir la sociedad y, nos vendría de perlas a todos los demás, que os reconstruyeseis a vosotros mismos.

Algunos de vosotros, cuando salíais al balcón a aplaudir, aplaudíais a los sanitarios equivocados, a unos que llevan capa y os salvan el culo en las pandemias. Desde luego, no aplaudíais a los de verdad, a los que estaban antes, durante y después y a los que despreciáis en su trabajo cada día.

[catorce de marzo de dos mil veintiuno]

Escribe tu opinión aquí:

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.