Año uno: tras la puerta
Recuerdo el olor de aquél friegasuelos de olor a pino. El suelo de linóleo era algo nuevo para mi, me producía entre decepción por tener un suelo de verdad y asco por su tacto gomoso y un tanto pegajoso. Durante varios días estuve limpiando todo de manera compulsiva, quería que aquella estancia tuviese mi esencia,
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