Isadora

Ritmo que late al tiempo de mi corazón,
cautivo,
y sin razón,
te veo temblando montes y montañas,
látigos de piedras,
finas telas de araña.

Serpentea tu mirada,
cruzando de lado a lado,
gélida y escamada,
los límites de mi alma.

Cautiva bailarina de joyero,
atrapada en tu arca,
inquietas mi calma,
secuestrando mis sentidos,
en tu botella de lava.

Danzarina envenenadora,
manzana ofrecida por la serpiente,
princesa de cuento indio,
arrogante es mi muerte
y tu…
…mi asesina.

(tres de diciembre de dos mil seis)

A Isadora Bruc

Una respuesta al artículo “Isadora

Escribe tu opinión aquí:

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.