El hombre que no podía amar (2)
Rapsodia 3. (precedida de Rapsodia 1) La cena transcurría de forma amena.
Yo trataba de no hablar demasiado y el índice de masticadas por pausa en la conversación, era un excelente medidor de atención. Hubo un momento en que dejé de escucharle y mi voz en mi cabeza me decía: «Te interesa lo que él
+ Más información