Partidos por dos
Empecé a usar menos las redes sociales para tomar menos partido en la tensión que generan. Ruido sobre opiniones que se tornan más pasionales que inteligentes, una supremacía de las ideas sin base sobre una base a la que se le inoculan ideas; una cueva de Platón en la que nos distraen para dividirnos. Mentirijillas, trolas y grandes embustes para lograr el poder sin pensar en las consecuencias.
Decía el filósofo griego que el alma se dividía en tres partes esenciales, las del cuerpo: cabeza, corazón y genitales. Por esto habrían personas que rigen más sobre la parte inteligible, irascible o concupiscible. Esto se traducía en las personas que piensan, las que sienten y las que ejecutan, y así formaban parte de una sociedad en La República.
Aunque las ideas de Platón no nos las podemos tomar al pie de la letra hoy en día, siguen teniendo un gran valor. Siempre existió una manera de dejarse guiar por la cabeza, tomar decisión por el corazón, y como diríamos en lenguaje plano, quienes piensan con la polla.
Así la sociedad actual se encuentra en un momento de transición en el que nuestros líderes políticos se encuentran partidos por dos y nos tratan de dividir también. Mensajes de cualquier color pero teñidos con ideas basadas en su interés propio y no en el del bien común o el de las personas más vulnerables
«Los políticos están dividiendo a la sociedad en dos facciones; los que piensan y los que tienen redes sociales».
Los políticos están dividiendo a la sociedad en dos facciones; los que piensan y los que tienen redes sociales. Así pues usan los medios de comunicación y las redes sociales para una propaganda en la que unos lo hacen todo bien y otros todo mal. Mensajes públicos llenos de ideas falsas que distraen sobre la realidad. Una actitud psicopática y deleznable que nos reduce a meros instrumentos para su satisfacción personal. Un subidón en su serotinina y su cuenta bancaria a cambio de nuestro miedo y nuestro dinero.
Como sociedad estamos llamados a revolvernos contra esto, a recuperar lo que es nuestro y es el derecho de la democracia, decidiendo para la mayoría, protegiendo a las minorías y preservando la ética de hacer las cosas sin mentiras, estrategias oscuras ni manipulación.
A nuestros políticos les sobran palabras y hechos, les faltan principios y objetivos claros. Necesitamos menos matones de patio de colegio, menos bullying y zascas, necesitamos estar más unidos y menos partidos por dos.
Hace tiempo que las decisiones ya no se deciden únicamente en las urnas, tampoco saliendo a protestar. Utópico quizá, pero necesario, es estar unidos hasta con quienes piensan diferente porque no son nuestros enemigos sino víctimas como nosotros.
Londres, veintiocho de abril de dos mil veinticuatro.