Me cago en los baños exclusivos para clientes
Esta semana quiero compartir contigo una reflexión totalmente diferente. Y es que los valencianos, igual que los catalanes, hablamos mucho de caca. En el artículo de hoy no quiero hablar de la cremosa de Nutella, sino de la caca tan grande que supone la actitud de los bares y restaurantes ante la negativa a que sus baños sean usados por transeúntes. Un hecho que, venga le vamos a echar unas risas, es más serio de lo que parece.