Almanaque de Dolor ( VI )
Eres tan femenina…
Aun recuerdo en mis mañanas,
aquellos despertares en los que,
levemente,
te quitabas las legañas.
No era esa la única suciedad que habia en tus ojos.
Aun recuerdo tu cabello,
por la noche en la cama y mientras te gozaba era sedoso,
cuando te llenaba de mi amor se tornaba grasoso,
nunca entendí por que al despertar lo que era… era lechoso.
Amante que no me comprendes, no has visto que el problema es que aún levantandote más alto no me llegas a las mierda que piso con la suela de mis zapatos?
Aun recuerdo tus gustos musicales,
recuerdo como el periquito aprendió a hablar en la primera semana,
a llamar por teléfono en la segunda,
y en la tercera a amnistia internacional ya llamaba.
Ay que pena me da que se me ha muerto el canario. Aunque a ti ya hace tiempo que se te murió, pues por las cordilleras de mis sábanas trepaba la descomposición de lo que ya no piaba.
Me he comprado un disco, y no es el de la Beth, creo que no me hace falta. Pero me he comprado el de Maria Jesús. Pajaritos por aqui, pajaritos por allá. Y es que en el fondo a quien echo de menos es a mi canario.