Queridos reyes: Salud Mental

Este año le he pedido a los magos de oriente salud mental. Un regalo más valioso que el oro, el incienso y la mirra, más útil que perfumes, bufandas y corbatas, más caro que el nuevo iPhone. Sin duda un buen regalo es estar sano y poder disfrutar de todo lo que se tiene, sin echar de menos todo lo que nos falta.

Personalmente he cerrado 2023 siendo mi año más duro a nivel de salud mental. Comenzando por mí mismo, que es por donde se debe empezar, y siguiendo por familiares, pareja y amigos, compañeros y desconocidos, que a diferentes niveles se ven en la situación de lidiar con una enfermedad silenciada.

Si la pandemia del COVID tuvo su consecuencia y nuestra respuesta como sociedad, la pandemia de la ansiedad, la depresión y otras enfermedades mentales adolece de una respuesta social digna. Les robamos la dignidad, nos la roban, respuestas que avergüenzan y culpabilizan.

Los errores habituales: cuando alguien está triste, se le dice que se ponga alegre, y si no tiene fuerzas para salir ese día de la cama, eso es porque es una persona vaga y perezosa. El que abusa de sustancias lo hace porque quiere, podría no hacerlo. Quien no puede superar una ruptura, lo podría hacer con un chasquido de dedos pero no quiere. Esas personas que parecen todo el día alteradas y en perpetua ansiedad, que se tomen una tila y se calmen.

Salud Mental

Para mí este año ha sido especialmente duro. Sufro de ansiedad y a veces me cuesta respirar. Me desoriento, se me olvidan cosas, duermo mal, pierdo el interés fácilmente. Cualquier pequeño problema se ramifica en múltiples dudas y preocupaciones. Necesito comprobar, compulsivamente, que todo está bien. A veces pienso que quiero huir, escapar y dejarlo todo atrás. Quiero que me olviden, pero también quiero que piensen en mí. Dejadme en paz, pero no me dejéis solo.

Durante 2023 me he encontrado gente con una crueldad extrema, propia de una falta total de empatía, que me decía cosas como: «tienes que poner de tu parte», «esto nos pasa a todos», «estás exagerando» o «no te preocupes».

Pero también he encontrado gente maravillosa en situaciones diferentes, pero conectadas con la mía. He creado vínculos con personas fascinantes que luchan para volver a su normalidad. He encontrado profesionales que se han volcado en mí, dándome su apoyo, escuchándome y enseñándome a sanarme. Sé que será un viaje largo, pero me siento muy bien acompañado.

Por eso, queridos magos de oriente, este año os pido un gran regalo, salud mental. La quiero para mí, para poder sentirme fuerte y sano. También la pido para quienes sufren de adicciones, trastorno bipolar, depresión, ansiedad, e incluso esas personas que tienen comportamientos psicópatas y faltos de empatía en los que hieren a otros enfermos mentales.

A ti que me lees, seas quien seas y como seas, sólo te pido que recuerdes que tienes más posibilidades de tener enfermedades mentales que del corazón y que, tanto tu corazón como tu cerebro, bombean tu vida cada día.

Xàtiva, 5 de enero de dos mil veinticuatro.

Una respuesta al artículo “Queridos reyes: Salud Mental

  • Gracias por este regalo Robert. Estoy a tu lado, quizás sea una de esas personas que mencionas y no tenga toda la fuerza del mundo, pero estoy aquí.Eres una persona única y de gran corazón, no dejes nunca, nuncade brillar aunque intente/en pagarte. Te I LOVE U

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